30 de diciembre de 2010

La sala de fitness del SAF

El Servei d’Activitat Física (SAF) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ofereix un ampli ventall d’espais esportius equipats (piscina, camps de futbol, de tennis i sala de fitness entre d’altres) per tal que tan universitaris com d’altres usuaris puguin desenvolupar i gaudir de les seves activitats físiques preferides sense haver de realitzar grans desplaçaments.

Un cop al primer pis de la instal·lació i havent deixat enrere un llarg passadís on els clients troben vestuaris i armariets, l’usuari travessa un túnel amb paviment metàl·lic que haurà de superar per tal d’arribar a la sala de fitness. Àmplia i quadrada, la sala compta amb quatre columnes vermelles distribuïdes al seu interior, que uneixen el terra de parquet clar amb el sostre blanc, en el qual destaquen els ventiladors i les múltiples llucanes que possibiliten l’entrada de llum natural a l’espai.

Sobrepassada la porta d’entrada, l’esportista topa a mà esquerra amb un espai que realitza la funció de recepció i d’atenció al client, on hi ha una pissarra que indica les activitats físiques dirigides i programades amb una setmana d’antelació. A més a més, l’àrea esportiva compta amb un equip tècnic i amb un servei d’entrenadors personals.

La sala de fitness està dividida en quatre zones. D’esquerra a dreta, la primera és la zona de peses lliures, on el client pot realitzar els exercicis que cregui convenients davant el mirall que presideix la paret esquerra de l’espai, usant les diferents manuelles, ordenades de més pesades a menys, amb què compta el gimnàs. Seguidament, la zona d’enfortiment, dividida en màquines per reforçar cames i braços. La zona de cardi-respiratori posseeix cintes per córrer, bicicletes estàtiques i màquines el·líptiques. Finalment, a la dreta de la porta d’entrada, es troba la zona d’escalfament i estiraments, composta per espatlleres i una varietat de material per tal que l’esportista dugui a terme les activitats desitjades, entre el qual destaquen les màrfegues de color blau i les pilotes de mida considerablement gran.

         Per tal de fer més amena i entretinguda l’estància dels esportistes, la sala conté música de fons, 12 televisors i un ordinador de taula. A més a més, els clients poden observar la naturalesa de l’exterior a través de la paret dreta de l’espai, recoberta completament de vidre. El públic assistent al gimnàs és jove i bàsicament masculí, tot i que també s’hi observen noies realitzant activitats físiques.

22 de diciembre de 2010

Ángel ‘Pichi’ Alonso: “En el mundo del fútbol se necesita más gente como Pep Guardiola”

El actual entrenador del FC Barcelona es un gran motivador para su equipo

        El exjugador de fútbol y comentarista deportivo, Ángel ‘Pichi’ Alonso, y el exjugador y futuro entrenador del club chechenio Terek Grozny, Víctor Muñoz, presidieron ayer el acto de clausura y la entrega de premios de la primera Liga de Fútbol de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, donde ambos expresaron la importancia de los dotes de comunicación y el manejo de las nuevas tecnologías en los entrenadores modernos.

        El entrenador del FC Barcelona, Pep Guardiola, es un ejemplo de ello, ya que su principal método de motivación pasa por la elaboración de vídeos y otras animaciones, la reducción del tiempo de concentración antes de los partidos, y el no centrarse exclusivamente en las primas económicas con unos jugadores que, a parte de poseer todo aquello que desean, han sido campeones de la Liga de Fútbol Profesional, de la Champions League y del Mundial.

        Los premios entregados durante la ceremonia fueron para el Atlético Che Guevara, proclamado campeón en la final frente a los Pelotas Fuera (9-5), y su máximo goleador Josua Sánchez, pichichi de la Liga. Asimismo, las Champiñones, el único equipo formado exclusivamente por representantes del género femenino, fueron galardonadas con el premio a la deportividad, el Recreativo de Juerga al mejor blog y el Aston Birra a la mejor afición.

18 de diciembre de 2010

Periodismo de guerra

El catedrático de Historia de la Propaganda, Alejandro Pizarroso Quintero, y los  profesores Asociados en el Departamento de Historia de la Comunicación Social, Marta González San Ruperto y Pablo Sapag Muñoz de la Peña, tratan de explicar a lo largo del libro Periodismo de guerra la compleja relación que existe entre la comunicación social y los conflictos armados.

Dirigido básicamente a estudiantes universitarios del mundo de la comunicación y de las ciencias sociales, la experiencia académica y profesional de ambos autores está presente durante el transcurso del manual, que en definitiva aborda las perspectivas teórica, histórica y práctica del tema. Así, se ocupa tanto del punto de vista de la información sobre defensa en los medios y la comunicación institucional, como también de lo que han sido durante la historia y son en la actualidad la propaganda de guerra y la guerra psicológica.

        Mediante los ejemplos de la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría, la Guerra de las Malvinas, la Guerra del Golfo, las guerras balcánicas, y las recientes guerras en Afganistán y en Irak, la obra se ocupa de exponer al lector la actividad llevada a cabo por los corresponsales de guerra y las reglas y técnicas desarrolladas sobre el terreno de los mismos. Asimismo, afronta las múltiples diferencias en la información de conflictos armados en los distintos medios de comunicación existentes en la actualidad: prensa escrita, agencias de prensa, radio, televisión e Internet.

Lejos de ser una actividad romántica, bohémica y aventurera como algunos miembros de la sociedad creen, la labor de los corresponsales de guerra conlleva muchos riesgos físicos y enfrentamientos continuos con poderosos aparatos de censura y propaganda que de manera técnica y sistemática intentan controlar la información. Éste hecho se ve reflejado en las frases de Winston Churchill Una nación en guerra debe rodearse de una guardia de mentiras”, Hiram Warren Johnson “La primera baja en una guerra es la verdad” y Samuel Johnson con “Entre las calamidades de la guerra habría que añadir la disminución del amor por la verdad, por las falsedades que el interés dicta y la credulidad estimula”. (Pág. 31)

La mejor manera de hacer frente a todos los obstáculos, junto a los peligros físicos y psicológicos que acechan continuamente a los periodistas bélicos, es adquirir previamente la mayor formación posible y, en consecuencia, la mayor especialización en el ámbito. En este sentido, toda preparación es poca para cubrir un conflicto armado, y estudiar y analizar las múltiples situaciones con las que el corresponsal de guerra puede encontrarse, con el fin de aumentar el grado de seguridad con que el periodista se desenvuelve en la zona de conflicto, resulta vital: “Los militares, al fin y al cabo ciudadanos como todos los demás, viven en una sociedad mediática. La conocen, la aprecian y la sufren como todo el mundo. Los periodistas, por otro lado, deberían conocer mejor la realidad de la Defensa, el mundo militar y los conflictos armados. Su información sería así más rica y no caería en errores fáciles y generalizaciones” (Pág. 16)

En conclusión, Periodismo de guerra es un manual teórico práctico útil tanto para periodistas y militares, como para todas aquellas personas vinculadas de una u otra forma a los conflictos bélicos o interesadas en la creciente relación en las sociedades actuales entre Comunicación y Defensa.