18 de noviembre de 2010

Territorio Comanche

Arturo Pérez-Reverte relata en esta novela las vivencias de dos periodistas españoles, Barlés y Márquez (corresponsales de TVE), que se encuentran cubriendo la guerra de los Balcanes.

Basada en la espera, durante una tarde, de ambos protagonistas a que el ejército croata decida acabar con el puente de Bijelo Polje y ellos puedan registrarlo para cumplir el sueño del cámara, la novela incluye datos sobre la propia experiencia del autor, partícipe como enviado especial en la mayor parte de conflictos internacionales entre la década de los setenta y los noventa, motivo por el cual es continua la aparición en la obra de varios nombres reales del mundo de la comunicación.

La novela está dedicada a José Luís Márquez, periodista y cámara español, amigo y compañero de trabajo de Arturo Pérez-Reverte, en el cual se inspira uno de los protagonistas de la obra. Aún así, ésta no es considerada un relato biográfico, sino una novela de ficción en la que adquieren importancia los diferentes pensamientos y recuerdos de ambos reporteros de guerra, que aparecen sin ningún orden ni cronología establecidos y reflejan las experiencias bélicas compartidas.

Territorio Comanche es una novela basada en las contradicciones inherentes en el ser humano y su relación amor-odio con algunos aspectos de la realidad. Por un lado, los corresponsales de guerra se sienten horrorizados cuando se encuentran entre la enorme cantidad de crímenes llevados a cabo en un enfrentamiento bélico, pero por otro, la ética y la moral pasan a formar parte de un segundo plano cuando se normaliza inconscientemente esta situación, y su único objetivo pasa a ser realizar una mejor crónica o foto que la que hayan podido conseguir sus semejantes.

Mediante un lenguaje cómico y mordaz que agiliza su lectura y reduce  trascendencia a lo sucedido, Arturo Pérez-Reverte plasma esta doble visión humano-periodística de la realidad: “Barlés estuvo media hora en una colina donde sólo había hombres muertos, y cuando terminó el último rollo de película y dejó de verlos a través del objetivo, sintió tanto miedo que bajó la ladera corriendo, como si temiera no regresar nunca al mundo de los vivos.”

Asimismo, el autor muestra durante la trama de la novela su desencanto respecto al periodismo de la época. Éste se ve reflejado en las constantes referencias a los medios de comunicación como elementos cuya única preocupación son los propios intereses a la hora de obtener el máximo beneficio posible y su preocupación por el posicionamiento en base a los competidores de su mismo rango.

Igualmente, critica al tipo de periodista que sólo busca su reconocimiento mediático gracias a la elaboración de una entradilla de un minuto de duración, hecho que, no sólo no comparte Pérez-Reverte, sino que ve insuficiente para hacer partícipe a la sociedad de aquello que el reportero vive de primera voz: “Barlés pensaba en la imposibilidad de transmitir, en minuto y medio de Telediario, lo que uno siente cuando en las ruinas de una casa [...] encuentra en el suelo las fotos de un álbum familiar, pisoteadas entre cenizas y deformadas por el sol y la lluvia.”

En conclusión, Territorio Comanche es una novela de contrastes, guerras, armas, periodistas, horrores, imágenes, vivencias, amistades, recuerdos, lugares, tiempo, muertes, vidas y reflexiones: “Nos pasamos la vida creyendo que nuestros esfuerzos, nuestro trabajo, lo que conseguimos a cambio de todo eso, son definitivos, estables. Creemos que van a durar; que nosotros vamos a durar. Y un día el cielo nos cae sobre la cabeza. Nada es tan frágil como lo que tienes, se dijo. Y lo más frágil que tienes es la vida.”

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